domingo, 30 de octubre de 2011

La niña del pelo rojo y la amapola

Había una vez un alegre pueblecito rodeado de altas montañas, con las cumbres siempre nevadas, de las cuales, en la época del deshielo se formaban numerosos riachuelos que con sus limpias aguas creaban a su paso verdes praderas, que en primavera se llenaban de flores multicolores.
Allí salían ir a jugar todos los niños del pueblo.
Pero un día el viento se llevó las nubes y sólo quedó el caliente sol, que derritió la nieve y secó los ríos, los campos... y donde nacían antes flores sólo quedó tierra seca y sin vida.
Sólo una pequeña Amapola se resistía a quedarse debajo de la tierra, y todos los días salía, abría sus pétalos rojos y esperaba a los niños para verles jugar, pero ellos tampoco iban por allí y la amapola estaba triste y sola.
Un día como todos, desde que había empezado la primavera la amapola abrió sus pétalos rojos, esperando que algún niño apareciera; una niña pelirroja llegó y miró a su alrededor y no vio nada; cuando se iba a ir oyó una vocecilla que gritaba;
_ Niña del pelo rojo, no te vayas, no quiero seguir estando sola, quiero que mis amigas, las otras flores, las mariposas, los pájaros y los niños vuelvan a la pradera.
La amapola le contó a la niña porqué todo se había secado, porqué ya no había agua, ni nieve y la niña del pelo rojo prometió ayudarla.
Corrió colina abajo y fue reuniendo a todos los niños que encontraba en su camino. Les contó lo que pasaba y entre todos pensaron una solución.
Corrieron a la pradera e hicieron muchos corros, y empezaron a cantar y a bailar.
                                           "Que llueva,que llueva,
                                            la Virgen de la Cueva
                                            los pájaritos cantan
                                            las nubes se levantan
                                            que sí, que no,
                                            que llueva a chaparrón"
Tanto cantaron que el viento y las nubes les oyeron y quisieron ir a jugar con ellos.
Cuando llegaron las nubes, empezó a llover, a nevar y la hierva y las flores que estaban
escondidas empezaron a salir de debajo de la tierra; la amapola y la niña del pelo rojo estaban muy contentas,¡ Ya podían volver a jugar y a reír!

Ya sabeís, si alguna vez necesitais que vengan las nubes y traigan lluvia,cantad todos juntos:
                                              "Que llueva,que llueva..."